domingo, 5 de junio de 2016

SUEÑOS IMPOSIBLES II...

Algo pasa, el país está convulsionado, son muchos años de crisis, mucho paro, los sueldos congelados desde casi una década, pero el gobierno nos vende que todo esta bien, que la economía está cada vez mejor, pero el pueblo ya no aguanta mas.
El pueblo se ha levantado, hay una revolución, los estamentos públicos tiemblan, hasta es los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado se niegan a trabajar, hay unos servicios minimos, minimos, estan con y en pueblo, esto tiene pinta de una nueva república.
Y es ahí donde entro yo, me llama mi jefe y me dice que me van asignar un servicio algo especial, que tengo que tener mucho cuidado, y que no debo de comentarlo con nadie, a lo que le contesto que ok.
El servicio asignado es recoger a un señor mayor de una dirección concreta de una urbanización de lujo a las afueras de Madrid, y una vez le hayamos recogido le tenemos que llevar a un hospital para que le hagan unas pruebas y devolverle a casa.
Llega la hora, ya estamos esperando al ciudadano en cuestión en la puerta de casa, cuando se abre la puerta del chalet el compañero y yo nos miramos, y le volvemos a mirar a el, no nos lo podemos creer, es el mismísimo Juan Carlos I el rey de España, la guardia del Rey está con el pueblo, así que nos han encomendado su seguridad temporalmente hasta que veamos que pasa con la revuelta del país.
Le llevamos hasta el hospital, le acompaño hasta la consulta y aseguro la zona, veo el recorrido de salida y una vez tengo todo claro y planificado los distintos itinerarios por si ocurriera algo, vuelvo a la consulta y llamo a mi compañero para darle todos los protocolos de salida y sepa donde esperarnos en cuanto le llame, y así no tengamos que esperar.
Se abre la puerta de la consulta, aviso al compañero, le doy el punto de salida, pero ocurre lo peor, el compañero se confunde y el coche no está en la puerta acordada está en otra.
Estamos en la calle, no hay tiempo para volver atrás, se ha corrido la voz de que está en el hospital y está todo lleno de prensa y cada vez hay mas, ellos todavía no salen piensan que seguimos dentro, y esa baza es la que tengo que jugar.
Vuelvo a llamar al compañero, le repito donde estamos, que de la forma mas discreta venga a buscarnos pero a toda velocidad, que está todo lleno de prensa y no van a tardar en salir a la calle y localizarnos, los hemos esquivado pero el cliente está empezando a ponerse nervioso, no podemos fallar, estropearlo ahora que lo dificil ya esta hecho.
Son momentos donde se puede cortar la tensión en el ambiente, le digo al cliente que siga andando un poco mas, ya que el compañero esta a punto de llegar y recogernos, asiente con la cabeza, pero un señor desde la lejanía parece haberle reconocido, si no llega el coche lo vamos a pasar mal, el caballero desconocido comienza acercarse, saca el móvil del bolsillo, pienso que es ahora o nunca es cuestión de escasos 10'', pero el compañero llega con el coche por nuestra espalda, subimos al coche y nos vamlos justo a tiempo.
Devolvemos al cliente esta vez en palacio sano y salvo y sin sufrir ningún incidente.
Un trabajo bien hecho, palmaditas en la espalda poir parte del jefe, ha estado bien, pero
esto es tan solo eso, un sueño imposible...

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