viernes, 20 de mayo de 2011

AKRAM EL GENEROSO...

Akram era un muchacho español de 14 años con raíces árabes, vivía en una de las calles cercana a la Maestranza, concretamente en Arenal. su familia no era rica en absoluto pero tampoco era pobre de solemnidad, su casa era pequeña de apenas 40 metros cuadrados, donde vivía la familia compuesta por José su padre, Fátima su madre responsable de sus raíces árabes, su hermano mayor David y más conocido en el barrio por el Rata.

Vivía en la época de Sevilla en la cuál todavía no había agua para todo el mundo y donde se tenía que ir a buscar a la fuente, ya fuera invierno o verano.

Akram era el que siempre iba a la fuente a por el agua ya que su madre no estaba muy bien físicamente y el no dejaba que cargara con peso, y su padre siempre estaba en el taller de zapateria con dedicación absoluta.

Había que recorrer la distancia de casi 500 m. hasta la fuente, el camino no es que fuera muy largo pero en invierno al no estar asfaltada la calle cuando llovía se convertía en un verdadero barrizal donde por mucho cuídado que tuvieras siempre terminabas lleno de barro.

En esos momentos era cuando Akram dejaba volar su imaginación y soñaba con llegar a ser el mejor ingeniero del mundo para diseñar y construir maquinas y lo que fuera necesario para que todo el bario tuviera agua y no hubiera que ir a la fuente.

lunes, 9 de mayo de 2011

MI GRAN AMIGO KEKO...

Todo empezó en una calurosa noche del mes de agosto, la más calurosa que se recordaba hasta el momento.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez volvía de viaje de trabajo, venía muy cansado, pero como estaba cerca de casa no quería parar a pesar de que ya llevaba a mis manos algo más de trescientos kilómetros.
Para evitar dormirme bajaba las ventanas y ponía la música a tope, me quedaban aproximadamente unos cincuenta minutos para llegar a casa.
Aunque no quiero noto que de vez en cuando se me cierran los ojos.
Entonces el destino hace que pinche una rueda, tengo que parar sin remedio y aunque no es agradable pinchar reconozco que me ha venido bien, ya que así me despejo y me quito la modorra que tengo.
Una vez he sacado las herramientas y la rueda de repuesto del malatero, me pongo en el lateral del coche de cunclillas.
Me levanto y miro hacía mi espalda ya que noto como si alguien me estuviera mirando, pero no veo a nadie, de todos modos es dificil ya que noche a pesar de ser estrellada, no hay mucha visibilidad.
Vuelvo agacharme pegado al coche y cuando sin mirar extiendo el brazo para coger el gato, noto como algo húmedo me toca la mano, giro la cabeza y lo primero que veo son dos ojos merándome, mi primera reacción es de dar un grito y levantarme de un salto ya que me he asustado.
Me quedo quieto y esa criatura de la naturaleza que todavía no consigo saber que es está quieta mirándome, yo intento enfocar mis ojos para saber que es, y ya lo se, es un bonito perro, negro, de tamañao mediano, y a pesar de la poca luz de la noche, veo que tiene cara de bueno.
Una vez me tranquilizo del susto, me pongo hablalarle en voz alta y le pregunto que de donde ha salido, el me mira y gira la cabeza hacia un lado mientras pone las orejas de punta.
Abro  la puerta de trás del coche y saco un trozo del bocadilo que me había sobrado de la cena, le digo que si lo quiere y veo como sin moverse empieza a mover el rabo de un lado a otro, esta vez no le digo nada, soy yo el que me acerco y le pongo cerca de la boca el bocadillo y el con sumo cuidado me lo coge de la mano y mirándome se tumba y se lo empieza a comer.
A partir de ese momento vi que lo nuestro iba a ser una buena amistad.
Le monté en el coche y me lo traje a casa, para mi hija iba a ser una gran sorpresa, sin embargo mi mujer la verdad no sabía como iba a reaccionar.
La reacción por parte de toda la familia fué muy positiva y Keko fué el nombre elegido para nuestro nuevo amigo.
Keko se convirtio en ese fiel amigo con el que siempre puedes contar, era uno más de la familia, venía con nosotros a todos los sitios.
Y esa bonita amistad duró hasta que Keko gastó toda su bondad, sabiduria, obediencia y solidaridad hacia nosotros, dentro de los canones animales claro está, pero eso es AMISTAD.

( Texto presentado en el I Premio de microrelatos temáticos Hipálage sobre la Amistad del 2011 )   

jueves, 5 de mayo de 2011

NAIA EL DELFIN CURIOSO...

Naia era un delfín especial desde el día que nació.

Aprendió a nadar antes y más rápido que el resto de sus primos y amigos.

En la escuela también fue uno de los primeros en aprender a leer y todo gracias a su gran curiosidad. Para Naia, la lectura era algo mágico y ya entendía lo importante que era saber leer y aprender de los libros.

Cuando era un joven delfín, en una escaramuza con sus amigos, se metieron en un barco hundido y descubrierón un tesoro oculto en su interior. Entre las joyas, baúles con trajes antiguos y monedas de oro, había una caja de libros que llamó rápidamente la atención de Naia.

Mientras que el resto de los delfines investigaban dentro del barco y se entretenían jugando con lo encontrado en el tesoro, Naia se distrajo leyendo el que fué su primer libro de aventuras y poniéndose en el papel de un gran súper-héroe, que conseguia salvar al mundo de un malo malísimo.

Todos los días, al salir de clase, se iba a entrenar. Al terminar de hacer deporte, de camino a casa, siempre se pasaba por el barco hundido y leía uno de los libros.

Se metía tanto en el interior de los personajes y sus aventuras, que disfrutaba cada vez más y en cada lectura aprendía cosas nuevas.

En clase, Naia era tan curioso que no paraba de preguntar al profesor, porque su deseo era aprender mucho.
En un momento dado, Naia se había leído todos los libros de la caja del barco hundido, por lo que comenzó a escudriñar los libros de la biblioteca.
Un lugar en el que seguía viviendo una trás otra las aventuras e historias que encerraban los cuentos.

Sus compañeros se metían con él porque siempre estaba haciendo deporte o leyendo.
Ellos utilizaban todos los medios posibles para convencerle de que se fuera con ellos a hacer el gamberro:

- "Naia, deja de leer, eso es un rollo. Si quieres pasartelo bien, ven con nosotros y con nuestra pandilla y verás que bien te lo pasas.¡Conocemos una cueva secreta donde no entra nadie!".

A lo que Naia contestó:
- "¡ Yo también conozco una cueva secreta donde viven y se reunen nada más y nada menos que 40 ladrones!"

Pero nadie le creía y se reían de él. Pese a ello, insistían mas tarde:
- "¡Naia, Naia, mejor a nuestra banda, que nosotros si que sabemos pasarlo bien. Hoy vamos a contar mentiras a todo el mundo y procurar engañar a cuanta más gente mejor.!"

Y Naia respondió:
- ¡ Pero eso no está bien!...,¿ Acaso no sabeís lo que le ocurrió a Pedro por mentir?

- "¡ Naia, lo que tienes que  hacer para pasártelo bien de verdad es unirte a nuestra pandilla, que es la mejor de todas. Además, sabemos hacer las peores gamberradas que te imaginas, de hecho, hoy vamos a destruir las casas de los peces payaso!..., verás que bien lo pasamos.

Naia les contó que eso mismo era lo que pensaba hacer el lobo feroz con los tres cerditos, pero dió con uno más listo y más trabajador que el y al final los tres cerditos terminarón reindose del mismisimo lobo.

Tanto el grupo de su barrio como el de la escuela, intentaban siempre convencerle para que realizara alguna gamberrada y para que se uniera a las pandillas o bandas. Les repetían que leer no servía para nada, que lo único que hacía era perder el tiempo.
Pero Naia, que era un delfín listo y con personalidad muy fuerte y decidido, además de orgulloso y honrado.
Nunca se dejaba convencer para cometer una acción negativa o destructiva.

- " Todas esas gamberradas que cometeís a diario y con las que se supone que lo pasaís tan bien, sólo consiguen hacer daño a los demás. Yo prefiero pasar una tarde en la biblioteca leyendo cuentos y gracias a ellos, puedo visitar cuevas secretas y llenas de misterios. También puedo convertirme en un pirata o en un gran guerrero conquistador e, incluso en un super-héroe que consigue salvar al mundo de algún terrible peligro.
Y lo más bonito es que todo eso lo hago sin hacer daño a nadie.
Gracias a la lectura soy un delfín listo. Cualquier aventura que quiera realizar la encuentro en los libros de cuentos. La lectura es el deporte de la imaginación y ayuda a tenerla más viva y despierta. Y como también hago ejercicio físico, soy un delfín de cuerpo sano, fuerte, ágil y veloz."

Pasó el tiempo y Naia terminó la escuela. Creció hasta transformarse en un delfín adulto y dado que era un delfín inteligente, fuerte y veloz, se convirtió en un modelo a seguir a los ojos de sus muchos congéneres. Y todo gracias a que nunca faltó al colegio, siempre prestó atención en clase.
Hacía sus deberes con dedicación, al tiempo que practicó mucho deporte y llevó una vida sana. Y lo más importante, mantuvo una personalidad fuerte que le ayudó a no dejarse convencer por los demás para ser parte de una banda de gamberros, que solo encontraba diversión en hacer daño al prójimo y en destruir los bienes ajenos.

Naia llegó a ser un delfín sano, inteligente, trabajador y honrado, algo de lo que estaban muy orgullosos sus padres. En definitiva un delfín  ejemplar.

Naia se convirtió en un delfín muy, muy feliz y todos le rodeaban y querían ser  tan felices como él, por que de Naia siempre se aprendían algo nuevo, que enriquecían sus vidas...y siempre gracias a la educación y los libros.