miércoles, 20 de noviembre de 2013

SUEÑOS IMPOSIBLES...

Todo transcurre en la ciudad de Amsterdam, Holanda.
Yo estaba en un polideportivo jugando con varios amigos al frontón pero con palas de padel, cuando de repente veo la hora y me acuerdo que llego tarde a una cita, no se concretamente ni con quien ni a donde pero salgo corriendo mientras me despido de mis compañeros de frontón.
Salgo del polideportivo y las calles están inundadas, hay no menos de una cuarta de agua como mínimo por toda la ciudad. El agua cae a raudales, así que como puedo voy buscando alternativas para mojarme los píes lo menos posible, tengo que llegar a la cita, ya que soy muy puntual, no me gusta llegar tarde.
Creo que ya queda poco al lugar donde debo llegar, así que intento acelerar un el paso un poco mas, cuando sin darme cuenta se me echa encima un autobús grande, muy viejo como si se tratara de los primeros fabricados en los años setenta, muy redondo, pintado de colores muy llamativos, como si hubiera sido desechado por un circo, no tiene cristales, viene muy deprisa casi vuelca en la curva, me quedo parado, no me ha servido de nada todo el cuidado que he llevado hasta ahora para no mojarme mucho o lo menos posible, ya que el autobús a pasar a toda velocidad me ha puesto de agua chorreando, además de quedarme petrificado ya que si no llega a volver a tocar todas las ruedas el asfalto y hubiera volcado hubiera caído directamente encima mía, respiro y mientras recupero la respiración observo el autobus como se aleja.
En el interior del autobus consigo ver no masa de cuatro monjas de  raza gitana, a la conductora gritar que si todas estaban bien, recibe la confirmación de las otras tres, pero una de ellas le dice que tienen que llegar pronto al hospital, si no morirá, la conductora pisa aún mas a fondo el acelerador y las pierdo de vista en cuestion de un par de segundos.
Me quito el agua como puedo, ya que estoy totalmente calado, hasta arriba.
Una vez me recupero y recupero el aliento, continuo corriendo, corro lo que puedo, llego tarde aunque parece que si voy mas deprisa de lo que esperaba, ya que estoy muy cerca o eso creo, asi que tengo esperanza, dos calles mas y llego.
Pero noooo!!!, ocurre lo peor, las calles están muy inundadas, voy a tener que dar un rodeo y buscar alternativas, pero no pierdo la esperanza de llegar a mi cita, y por eso eso hago todo lo posible, doy la vuelta a la esquina y..., no hay nadie, que pasa, por que, he llegado justo, no he llegado tarde, que ha pasado?, pero de repente a mi espalda oigo las campanadas del reloj del ayuntamiento, me vuelvo y lo miro, no puede ser, pone que son las 8 pero mi reloj marca que son las 9, ¿ que pasa ?, cuál de las dos horas está mal, y es entonces cuando ya caígo, es el mío, no atrasé la hora cuando llegue ayer al aeropuerto.
He llegado tarde una hora a mi cita, pero que cita tenía, no recuerdo nada...
 

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