jueves, 5 de mayo de 2011

NAIA EL DELFIN CURIOSO...

Naia era un delfín especial desde el día que nació.

Aprendió a nadar antes y más rápido que el resto de sus primos y amigos.

En la escuela también fue uno de los primeros en aprender a leer y todo gracias a su gran curiosidad. Para Naia, la lectura era algo mágico y ya entendía lo importante que era saber leer y aprender de los libros.

Cuando era un joven delfín, en una escaramuza con sus amigos, se metieron en un barco hundido y descubrierón un tesoro oculto en su interior. Entre las joyas, baúles con trajes antiguos y monedas de oro, había una caja de libros que llamó rápidamente la atención de Naia.

Mientras que el resto de los delfines investigaban dentro del barco y se entretenían jugando con lo encontrado en el tesoro, Naia se distrajo leyendo el que fué su primer libro de aventuras y poniéndose en el papel de un gran súper-héroe, que conseguia salvar al mundo de un malo malísimo.

Todos los días, al salir de clase, se iba a entrenar. Al terminar de hacer deporte, de camino a casa, siempre se pasaba por el barco hundido y leía uno de los libros.

Se metía tanto en el interior de los personajes y sus aventuras, que disfrutaba cada vez más y en cada lectura aprendía cosas nuevas.

En clase, Naia era tan curioso que no paraba de preguntar al profesor, porque su deseo era aprender mucho.
En un momento dado, Naia se había leído todos los libros de la caja del barco hundido, por lo que comenzó a escudriñar los libros de la biblioteca.
Un lugar en el que seguía viviendo una trás otra las aventuras e historias que encerraban los cuentos.

Sus compañeros se metían con él porque siempre estaba haciendo deporte o leyendo.
Ellos utilizaban todos los medios posibles para convencerle de que se fuera con ellos a hacer el gamberro:

- "Naia, deja de leer, eso es un rollo. Si quieres pasartelo bien, ven con nosotros y con nuestra pandilla y verás que bien te lo pasas.¡Conocemos una cueva secreta donde no entra nadie!".

A lo que Naia contestó:
- "¡ Yo también conozco una cueva secreta donde viven y se reunen nada más y nada menos que 40 ladrones!"

Pero nadie le creía y se reían de él. Pese a ello, insistían mas tarde:
- "¡Naia, Naia, mejor a nuestra banda, que nosotros si que sabemos pasarlo bien. Hoy vamos a contar mentiras a todo el mundo y procurar engañar a cuanta más gente mejor.!"

Y Naia respondió:
- ¡ Pero eso no está bien!...,¿ Acaso no sabeís lo que le ocurrió a Pedro por mentir?

- "¡ Naia, lo que tienes que  hacer para pasártelo bien de verdad es unirte a nuestra pandilla, que es la mejor de todas. Además, sabemos hacer las peores gamberradas que te imaginas, de hecho, hoy vamos a destruir las casas de los peces payaso!..., verás que bien lo pasamos.

Naia les contó que eso mismo era lo que pensaba hacer el lobo feroz con los tres cerditos, pero dió con uno más listo y más trabajador que el y al final los tres cerditos terminarón reindose del mismisimo lobo.

Tanto el grupo de su barrio como el de la escuela, intentaban siempre convencerle para que realizara alguna gamberrada y para que se uniera a las pandillas o bandas. Les repetían que leer no servía para nada, que lo único que hacía era perder el tiempo.
Pero Naia, que era un delfín listo y con personalidad muy fuerte y decidido, además de orgulloso y honrado.
Nunca se dejaba convencer para cometer una acción negativa o destructiva.

- " Todas esas gamberradas que cometeís a diario y con las que se supone que lo pasaís tan bien, sólo consiguen hacer daño a los demás. Yo prefiero pasar una tarde en la biblioteca leyendo cuentos y gracias a ellos, puedo visitar cuevas secretas y llenas de misterios. También puedo convertirme en un pirata o en un gran guerrero conquistador e, incluso en un super-héroe que consigue salvar al mundo de algún terrible peligro.
Y lo más bonito es que todo eso lo hago sin hacer daño a nadie.
Gracias a la lectura soy un delfín listo. Cualquier aventura que quiera realizar la encuentro en los libros de cuentos. La lectura es el deporte de la imaginación y ayuda a tenerla más viva y despierta. Y como también hago ejercicio físico, soy un delfín de cuerpo sano, fuerte, ágil y veloz."

Pasó el tiempo y Naia terminó la escuela. Creció hasta transformarse en un delfín adulto y dado que era un delfín inteligente, fuerte y veloz, se convirtió en un modelo a seguir a los ojos de sus muchos congéneres. Y todo gracias a que nunca faltó al colegio, siempre prestó atención en clase.
Hacía sus deberes con dedicación, al tiempo que practicó mucho deporte y llevó una vida sana. Y lo más importante, mantuvo una personalidad fuerte que le ayudó a no dejarse convencer por los demás para ser parte de una banda de gamberros, que solo encontraba diversión en hacer daño al prójimo y en destruir los bienes ajenos.

Naia llegó a ser un delfín sano, inteligente, trabajador y honrado, algo de lo que estaban muy orgullosos sus padres. En definitiva un delfín  ejemplar.

Naia se convirtió en un delfín muy, muy feliz y todos le rodeaban y querían ser  tan felices como él, por que de Naia siempre se aprendían algo nuevo, que enriquecían sus vidas...y siempre gracias a la educación y los libros. 




  

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