lunes, 11 de abril de 2016

MAGO...

Cuando nació el no lo sabía,  y creo que ahora ya de adulto tampoco es consciente de ello, pero como lo va a ser, es solo un perro.
Pero no es un perro cualquiera, es nuestro perro, y eso ya lo hace mas especial que los demás. 
Como todos tiene sus manías, sus miedos, pero como nosotros, el es un perro único, un perro mágico, ese que a pesar de ser el último de ser elegido en su camada, cuando lo cogio en brazos la miró con sus pequeños ojos somnolientos y la abrazó, ya sabía que no iba a volver a la perrera.
Realmente no se quien eligió a quien, por que hasta ese momento teníamos dudas, pero el hizo magia, su magia particular y nos hechizo, no pudimos ya dejarlo.
Se vino a casa, y ya tenía nombre Merlin, si, como el mago, no se merecía otro nombre, ya que como he dicho antes hizo magia con nosotros y aún hoy sigue haciéndola. 
Era una bola esponjosa, suave, de un blanco casi inmaculado con dos ojos redondos negros, una nariz perfecta negra como un refugio sin luces, unas patas ya del tamaño que dicen ya no me caigo.
Con todas esas buenas condiciones de serie como íbamos a decir que no lo queríamos,  era imposible, entre eso y su magia ya estaba todo hecho.
Ya se que solo estoy hablando de un perro, pero es mi perro, es especial, y muy fiel y obediente, mas incluso que muchas personas. 
Merlin te queremos...

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